El folklore dominicano: se vive a través de su artesanía, su música, su colorido y su gente. Sin embargo, el más enriquecedor y popular, la expresión del pueblo dominicano es el merengue, el ritmo con más trascendencia que, generación tras generación, ha crecido y ha vivido una importante evolución musical. El pueblo dominicano se distingue porque vive día a día al compás de su música. La pintura y escultura dominicana empezaron su desarrollo con la emigración de artistas e intelectuales españoles que huyendo de la guerra civil española se establecieron en nuestro país.
MÚSICA Y BAILE FOLKLÓRICO DOMINICANO: EL MERENGUE
Este ritmo musical nació entre 1844 y 1850. Su origen humilde hacía referencia a hechos cotidianos y en algunos casos se convertía en una auténtica provocación de tal manera que durante un tiempo llegó a prohibirse en algunas regiones. Sin embargo, su ritmo caliente y sensual derribó cualquier barrera. Con el tiempo, orquestas sinfónicas nacionales y extranjeras han llegado a interpretar los acordes de compositores dominicanos como Julio Alberto Hernández, Juan Francisco García, Rafael Solano, quienes han marcado la historia del merengue y lo traducen como la gran tradición nacional, símbolo de la cultura y pasión dominicana.
El merengue vive de la magia de la güira, la tambora y el acordeón. Estos son los instrumentos principales utilizados para interpretar los ritmos de su música. Sus sonidos seducen al hombre y la mujer que entrelazados se desplazan por la escena del baile, mientras los espectadores se contagian de los vibraciones musicales.
VESTUARIO DEL FOLKLORE DOMINICANO
Los dominicanos acostumbran a vestir con indumentaria de gran colorido y más cuando se trata de bailar al ritmo del merengue. Las mujeres usan largos vestidos en los que predominan el amarillo, rojo, anaranjado, blanco y azul. Los hombres visten con trajes y zapatillas blancas y utilizan un pañuelo alrededor del cuello que, por lo regular, es del mismo color de la vestimenta de su pareja.
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